miércoles, 4 de abril de 2012

3: Un Mensaje a la Conciencia - 4 abr 2012

Un Mensaje a la Conciencia

Video | Audio | Nuevo Caso de la Semana

4 abr 12

de nuestro puño y letra

«ENTRE USTEDES HAY ALGUIEN A QUIEN NO CONOCEN»

por Carlos Rey

 

Le faltaba poco para cumplir ochenta y dos años cuando La Prensa de Buenos Aires le pidió que escribiera un artículo que se publicaría en su edición del primero de enero de 1915. Hacía ya seis años que su médico le había prohibido escribir, y tres años que sus dolencias físicas le habían impedido emprender toda labor literaria. Pero como se trataba del diario argentino para el que había trabajado como corresponsal a principios de los años 1880, cuando las tropas chilenas ocuparon Lima y quemaron su casa en Miraflores, incluso su valiosa biblioteca, Ricardo Palma salió de su retiro forzado y volvió a entintar la pluma en su gabinete de trabajo, en la última casa en que vivió, también en la municipalidad de Miraflores en Lima, para escribir la última de sus inmortales Tradiciones peruanas.

Para comenzar, don Ricardo cuenta que en sus ochenta y tantos años de vida ha tenido la oportunidad de conocer y tratar a un sinnúmero de personajes ilustres de Europa y de las Américas. Entre estos figuran Garibaldi, Lamartine, Alejandro Dumas (padre), Longfellow, Zorrilla, Campoamor, Cánovas del Castillo, Canalejas, Emilio Castelar, Núñez de Arce, Valera, Menéndez Pelayo, Sarmiento, Mitre, Juan María Gutiérrez, Mármol, Ascasubi, Julio Arboleda, Andrés Bello, Páez el Legendario, Porfirio Díaz, García Moreno, Manuel Montt, Vicuña, Mackenna, Balmaceda y Sáenz Peña.

Por si eso fuera poco, a continuación don Ricardo destaca que ha sido testigo de casi toda la vida republicana de su patria, pues nació nueve años después de la Batalla de Ayacucho. En ese contexto peruano, «no ha habido personalidad a la cual no [lo] haya ligado vínculo estrecho o relación superficial», afirma el célebre escritor criollo. Desde 1852, año en que comenzó su vida política siendo presidente el general Echenique, ha visto a todos los mandatarios del Perú, y a algunos de ellos muy de cerca. Luego, remontándose a los días de su niñez, evoca recuerdos de don Manuel Menéndez (el Chancaquero), de don Justo Figuerola, y de los generales Gamarra, Vivanco, Vidal, Torrico y Santa Cruz.1

Esta impresionante lista de personajes que menciona Ricardo Palma nos hace reflexionar sobre el hecho de que no vale tanto ¿qué conocemos?, sino ¿a quién conocemos? ¿Acaso no hemos necesitado todos, alguna vez, a una persona importante que nos saque de un apuro?

Lamentablemente hay muchos que no reconocen que la persona indispensable en nuestra existencia humana es Jesucristo, el Hijo de Dios, que dio su vida por nosotros como prueba de su amor y amistad.2 De Cristo dijo su precursor, Juan el Bautista: «... entre ustedes hay alguien a quien no conocen,... al cual yo no soy digno ni siquiera de desatarle la correa de las sandalias.»3 Para muchos, esa sigue siendo una triste realidad. Más vale que procuremos conocer a este Personaje divino muy de cerca. Gracias a Dios, hoy mismo todos, cualesquiera que sean nuestras credenciales, podemos disfrutar de una relación estrecha con Cristo.


1

Ricardo Palma, Tradiciones peruanas, Tomo II, «Una visita al mariscal Santa Cruz (1864): Reminiscencias históricas», pp. 272‑73.

2

Jn 15:13

3

Jn 1:26,27

www.conciencia.net